miércoles, 25 de diciembre de 2019

LA CAFETERÍA DEL TEATRO VILLAMARTA
























                    LA CAFETERÍA DEL  TEATRO VILLAMARTA
Apenas cerraba Mario su quiosco de la Escalerilla junto al teatro Villamarta y que acertadamente lleva el nombre de su padre Joaquín Naranjo. Se abre en el mismo Teatro
Villamarta la cafetería Coso, que tiene su entrada por la puerta principal; Subes unas escalerillas a la derecha –como si subieras al “gallinero”,-en otros tiempos así se decía-. Te encuentras con una agradable cafería que ofrece un gran ventanón del lateral del edificio de Correos.
Un lugar bastante formal con aires de antiguo pub, pero “informal” en algunos aspectos
del mobiliario. La jovencita camarera se asusta cuando le decimos “esa silla te la has traído de nuestra escuela de ahí de PíoXII”, Inocentemente nos dice que es de otra escuela. Después de pasar un rato agradable y con mucha tranquilidad…
Hay quienes prefieren para estar aquí los grandes butacones, nosotros hemos estado sentados muy cómodos en sillas de diferentes tipos y una simpática mesa, restaurada y bien presentada que parece que ha sido traída de los antiguos juzgados de la Plaza del Arenal. Pues bien después de  pasar un rato agradable de café, como decimos.
La sorpresa nos la llevamos al ir a pagar. Yo a usted le conozco y yo a ella no. Cuando me dice, soy Celia, nos quedamos sorprendidos, porque la encargada Celia ha sido antigua alumna nuestra. Pero han pasado unos añitos, está rubia y guapísima y nos alegra que una antigua alumna sea tan desenvuelta para llevar tan bien ese trabajo.
Pero ¡mira! “¡Un monumento a la silla!”y la vemos en lo alto de un pedestal. Celia nos dice “se la habrán olvidado. Pero no, es un reconocimiento un auténtico reconocimiento a la silla, por algo está allí. No es a un torero, el Paula no lo tiene porque no quisieron dar un trabajo para su hijo en el Ayuntamiento, eso se dice en Jerez. Y sí lo tienen La Lola, el general y otros ilustres del cante. Pero ¿a una silla? Nunca lo habíamos visto y nos alegra porque se lo merecen nuestras posaderas.
Ponemos la foto del reconocimiento a la silla, pero… ¡Veánla al natural! Se lo merece.
El deseo es común de todos, hay que volver a esa cafetería, que aunque lleva poco tiempo desconocíamos.
Aprovechamos la ocasión para volver a decir: Jerez tiene unos planes de urbanismo
que perjudican enormemente a la ciudad; necesita repoblar, reconstruir, reformar o dígase como se quiera todo el centro moderno, ofrecer más posibilidades de aparcamientos públicos y si no, la gente terminará marchándose definitivamente a las afueras.




























































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