sábado, 13 de octubre de 2018

MANIFESTACIONES RELIGIOSAS -EL DÍA DEL PILAR CON LA VIREN DEL ROSARIO-


MANIFESTACIONES RELIGIOSAS
-EL DÍA DEL PILAR CON LA VIREN DEL ROSARIO-
Jerez es lugar de manifestaciones. Aquí, acuden las gentes de los pueblos cercanos y diferentes barriadas del entorno a manifestarse, bien sea para reclamar unas pensiones justas o bien por ciertos despidos improcedentes.
Ahora hay también manifestaciones religiosas, las personas mayores prefieren llamar procesiones. Aparte de las marcadas en el calendario; de momento, es corriente poner una medalla por celebrar tal o cual fecha de su aniversario o hermandad.
La procesión de ayer, para los no informados es de las que te encuentras de sopetón. Un coche de policía tapando una calle “para que no pase nadie”…y…
Pues, ¡Vamos para allá, hacia la Calle Francos!. Va muy deprisa, dice la gente; por estas calles peatonales que es muy difícil pasar porque quienes están sentados en sus terrazas, no los levanta ni la Virgen María.
De pronto la Cruz de Guía o el encabezamiento procesional se mete por una calle estrechísima, sin apenas luz y habitantes. La luz la lleva su verdadera Luz, para los cristianos y la gran multitud de personas con móviles que “foguean  mil imágenes. 
¡O el móvil o te santiguas! Predomina el móvil y  el aplaudir y decir a coro ¡Guapa! El momento por una calle tan estrecha emociona y los músicos también lo entienden así y echan toda su salsa procesional.
Se detiene un momento, cambia de costaleros, el llamador da un fuerte golpe, el paso asciende hacia los cables de la luz y reanuda su marcha.
Los fieles apresurados van de un lugar a otro, la quinceañera se enfada del empujón, quien nunca dice perdón aprovecha el momento para decir unos cuantos. Y sigue la procesión.
La monjita negra.
                         El cofrade de blanco.
El devoto que se integra.
                        De  la cola de un bar.
Y de otra de  un estanco.

Mientras oía llamar
-Entre la voz del hombre de las patatas:
¡Fritas. Saladas. Baratas!-

Al niño, a su mujer, a la suegra,…

El perrito que ladra, ladró.
A otro perro que  al mirarle, le miró.
Mientras escuchó tres veces:
¡Calla!
           ¡Calla!
                      ¡Calla!

             Y siguiendo el taran-tan tan…

¡Espera mamá, no reces!
No ves que no te  entendió
Nuestro can.
                 ¡“El can-con alla”!
Y allá… que se fue el can.
¿El can con alla?...
 Y allá…

              Y sigue  la  procesión.




















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