MANIFESTACIONES RELIGIOSAS
-EL DÍA DEL
PILAR CON LA VIREN DEL ROSARIO-
Jerez es lugar
de manifestaciones. Aquí, acuden las gentes de los pueblos cercanos y
diferentes barriadas del entorno a manifestarse, bien sea para reclamar unas
pensiones justas o bien por ciertos despidos improcedentes.
Ahora hay
también manifestaciones religiosas, las personas mayores prefieren llamar
procesiones. Aparte de las marcadas en el calendario; de momento, es corriente poner
una medalla por celebrar tal o cual fecha de su aniversario o hermandad.
La procesión de
ayer, para los no informados es de las que te encuentras de sopetón. Un coche
de policía tapando una calle “para que no pase nadie”…y…
Pues, ¡Vamos para
allá, hacia la Calle Francos!. Va muy deprisa, dice la gente; por estas calles
peatonales que es muy difícil pasar porque quienes están sentados en sus
terrazas, no los levanta ni la Virgen María.
De pronto la
Cruz de Guía o el encabezamiento procesional se mete por una calle
estrechísima, sin apenas luz y habitantes. La luz la lleva su verdadera Luz,
para los cristianos y la gran multitud de personas con móviles que “foguean mil imágenes.
¡O el móvil o te
santiguas! Predomina el móvil y el
aplaudir y decir a coro ¡Guapa! El momento por una calle tan estrecha emociona
y los músicos también lo entienden así y echan toda su salsa procesional.
Se detiene un
momento, cambia de costaleros, el llamador da un fuerte golpe, el paso asciende
hacia los cables de la luz y reanuda su marcha.
Los fieles
apresurados van de un lugar a otro, la quinceañera se enfada del empujón, quien
nunca dice perdón aprovecha el momento para decir unos cuantos. Y sigue la
procesión.
La monjita
negra.
El cofrade de blanco.
El devoto que se
integra.
De la cola de un bar.
Y de otra de un estanco.
Mientras oía
llamar
-Entre la voz del
hombre de las patatas:
¡Fritas. Saladas.
Baratas!-
Al niño, a su
mujer, a la suegra,…
El perrito que ladra,
ladró.
A otro perro que
al mirarle, le miró.
Mientras escuchó
tres veces:
¡Calla!
¡Calla!
¡Calla!
Y siguiendo el taran-tan tan…
¡Espera mamá, no
reces!
No ves que no
te entendió
Nuestro can.
¡“El can-con alla”!
Y allá… que se
fue el can.
¿El can con alla?...
Y allá…
Y sigue la procesión.
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